Para los que medianamente han jugado a esto del balompié o, pertenecido en alguna etapa de su vida, a un modesto club de fútbol saben de sobrado, que la ilusión nunca debe perderse. Pero es con el paso del tiempo y sobretodo por un cúmulo de circunstancias que no vienen al caso, cuando poco a poco va desapareciendo- aún más- si los que deberían ayudar a mantenerla y sustentarla no lo hacen por negligencia, hastío o dejadez. Por no mencionar otras causas.

Alcalá siempre ha sido y será (eso espero), cuna de buena cantera futbolística. Desde los primeros inicios del balompié en nuestro pueblo, de la Avenida Santa Lucía, han salido siempre y a lo largo de nuestra historia, muy buenos canteranos que acabaron engrosando las filas de los primeros clubes de la capital, o por el contrario y sin desmerecerlo, el de otros equipos de fútbol con solera contrastada; escribir una lista no es el propósito, pues algunos de esos magníficos futbolistas - para mi desgracia- quedaría en el tintero.

Más bien me refiero, a todos aquellos anónimos chavales/as que hoy día y con ilusión desmedida, comienzan a patear el balón desde que sus fuerzas se lo permiten. Cientos de ellos serán los que comiencen una dura andadura salpicada y plagada de zancadillas, por las que-desgraciadamente- tan solo unos pocos, llegarán al objetivo, que no es otro, que demostrar sus habilidades defendiendo la zamarra blanca del CD Alcalá.

Conseguido ese fin tras arduos años de sacrificios, los más privilegiados de los privilegiados, tendrán la dicha o la suerte de fichar por algún equipo de “campanillas” y, tarde o temprano, dirán adiós al club donde se forjaron un día; siempre- y como es normal- en busca de mejorar su nivel tanto deportivo como social.

Pero me pregunto: ¿Qué ilusión pueden tener hoy por hoy en nuestro Alcalá, los futbolistas que se quedan para siempre defendiendo cada domingo los colores del club panadero?... que yo sepa ninguna.

¿Se trabaja y se ilusiona al grupo, para que los chavales no se vayan por cuatro euros más, a otro equipo de similares características al nuestro?... lo dudo.

¿Queda algo de beneficio o compensación económica en las arcas del club, tras la marcha de esos futbolistas?... creo que no.

Algo debería empezar a hacerse, por lo menos y como mal menor, mantener de alguna forma la ilusión de los pocos que nos van quedando.